Obras De Belleza
¿Qué?

La Capilla Sixtina de Miguel Ángel, la puesta de sol sobre el Océano Pacífico, la poesía de Shakespeare, una madre con su bebé en brazos, las primeras señales de primavera en el jardín…En todos los rincones de la tierra, la belleza de Dios, en toda su perfección y formas múltiples, se expande para tocar diariamente nuestras vidas a través de sus grandes imágenes colmadas de esplendor y sencillez.

¿Por qué?

Como católicos, recibimos belleza a través de nuestras iglesias, rituales, música y nuestros íconos.  Preservamos esta belleza porque es un regalo de Dios, de la que recibimos una pequeña muestra de la total gracia y esplendor del Cielo.

 

La belleza del mundo es una pequeña parte de la belleza que experimentaremos de una vida llena de Cristo.Si vivimos para Dios, vivimos para la verdad, la belleza y el amor.  Una vez que vemos al mundo a través de los ojos de nuestro Señor, no podemos sino sentirnos llenos de amor por sus maravillas, y responder con sobrecogimiento ante la creación que Él ha hecho para nosotros.

¿Cómo?

El sacerdote Hans Urs von Balthasar dijo alguna vez, “La belleza  atrae al que lo ve, lo transforma y lo envía en misión”. Cristo utiliza la belleza de su creación para movernos a la acción, para darnos un pedacito de su recompensa eterna aquí en la tierra.  Vemos el amor de Dios en esta belleza, y estamos llamados a reflejarlo en nosotros mismos.

 

De esta forma, podemos usar la belleza como una forma de evangelización.  De hecho, el Padre Robert Barron, sugiere que la mejor estrategia evangélica es aquella que va primero de la belleza a lo bueno, y finalmente a la verdad.La progresión de lo bello a la verdad es natural, y a pesar que al intelectualizar y moralizar se tiende a endurecer, lo bello puede suavizar su golpe y generar algo maravilloso en nuestras almas.En nuestras vidas, tenemos la oportunidad de cambiar el metal en oro, sólo observando y apreciando la belleza.  Haciéndolo, nos acercamos más a Dios y nos enriquecemos en nuestra fe.

 

La Nueva Evangelización nos invita a compartir la verdad y la belleza que es Dios.  Dando testimonio de la belleza y apreciándola plenamente en todas sus formas, reforzamos nuestro anhelo de compartir lo bueno y buscar la verdad.  ¡Empieza con lo bello, cambia el metal en oro y comparte la gloria del Cielo!

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